ANGEL DAVID HURTADO FRANCO 7-01

THE BICENTENNIALl

July of 1810, 3 the Creoles from Cali asked to enjoy the same privileges of the peninsular ones, of those that were excluded, without injuring the colonial régime neither the Spanish Empire. They felt Spanish.
July of 1810, 3 today 185 years ago, was carried out a meeting or special meeting of the Town council of Cali and it was approved a declaration that, in strict sense, anything had of Record of Independence, as always it has been considered. On the contrary, that text proclaims the adhesion to the Spanish monarchy, to the king Fernando VII and it is considered to Spain like the homeland of the signatories. What the document reveals is a feeling of autonomy that could be expressed thanks to that in Spain the monarchy had been deposed by Napoleon and he/she had lost temper the legality in the vast Catholic empire.
But this didn’t imply the petition of independence, neither you proclaim from freedom, neither opposition to the monarchy, by no means the democracy ideas, nation and republic – that were not anachronisms in the time, because they were part of the ideario of the true patriots -. Neither it claimed economic and social reformations that took finally of the slavery and the feudalism. Truly, what the Creoles of 1810 wanted was to enjoy the same privileges of the peninsular ones, of those that were excluded, without injuring the colonial régime neither the Spanish Empire.
The Independence of the New Granada, begun in 1810, was the beginning of the construction of the national identity, of the taking of conscience of the culture and the defense of the resources of the nascent country that later on Colombia called herself. Today, inclining to the democracy, the participation and the ownership, the High Presidential Consejería for the Bicentennial one summons to the private sector and the citizenship to commemorate the Independence. By María Donated Cecilia, High Presidential Consultant for the Bicentennial one.
The Independence of the New Granada was only the beginning of an unstoppable feeling, because of the initial birdcalls for autonomy went to the fight by the absolute independence, and with it happened it a political revolution. If in 1810 this revolution began in the town councils-the representative political bodies of the traditional society-, one decade later, in 1821, in the Congress of the Villa of the Rosario of Cúcuta, the establishment of the genuineness began with the road of the political representation, basic sustenance of the Colombian democracy.
This victory of the political modernity demanded the citizen’s invention whose existence allows to pronounce the sentence “us, the town”. from then on, the citizen is the fundamental actor, the one that will participate more and more in the decisions of the formation of the nation, consolidating his sense of ownership to her.

Traducion
EL BICENTENARIO
El 3 de julio de 1810, los criollos de Cali pedían gozar de los mismos privilegios de los peninsulares, de los que estaban excluidos, sin lesionar el régimen colonial ni el Imperio Español. Se sentían españoles.
El 3 de julio de 1810, hoy hace 185 años, se llevó a cabo una junta o reunión extraordinaria del Cabildo de Cali y fue aprobada una declaración que, en sentido estricto, nada tenía de Acta de Independencia, como siempre se ha considerado. Por el contrario, ese texto proclama la adhesión a la monarquía española, al rey Fernando VII y se considera a España como la patria de los firmantes. Lo que el documento revela es un sentimiento de autonomía, que pudo expresarse gracias a que en España la monarquía había sido depuesta por Napoleón y se había alterado la legalidad en el vasto imperio católico.
Pero ésta no implicaba la petición de independencia, ni proclamas de libertad, ni oposición a la monarquía, ni mucho menos las ideas de democracia, nación y república -que no eran anacronismos en la época, pues formaron parte del ideario de los verdaderos patriotas-. Tampoco reclamaba reformas económicas y sociales que llevaran al fin de la esclavitud y el feudalismo. En verdad, lo que querían los criollos de 1810 era gozar de los mismos privilegios de los peninsulares, de los que estaban excluidos, sin lesionar el régimen colonial ni el Imperio Español.
La Independencia de la Nueva Granada, iniciada en 1810, fue el comienzo de la construcción de la identidad nacional, de la toma de conciencia de la cultura y la defensa de los recursos del naciente país, que posteriormente se llamó Colombia. Hoy, propendiendo a la democracia, la participación y la pertenencia, la Alta Consejería Presidencial para el Bicentenario convoca al sector privado y a la ciudadanía a conmemorar la Independencia. Por María Cecilia Donado, Alta Consejera Presidencial para el Bicentenario.
La Independencia de la Nueva Granada fue sólo el comienzo de un imparable sentimiento, pues de los reclamos iniciales por autonomía se pasó a la lucha por la independencia absoluta, y con ello sucedió una revolución política. Si en 1810 esta revolución comenzó en los cabildos –los cuerpos políticos representativos de la sociedad tradicional–, una década después, en 1821, en el Congreso de la Villa del Rosario de Cúcuta, empezó el establecimiento de la legitimidad por la vía de la representación política, sustento básico de la democracia colombiana.
Esta victoria de la modernidad política exigió la invención del ciudadano, cuya existencia permite pronunciar la frase “nosotros, el pueblo”. Desde entonces, el ciudadano es el actor fundamental, el que va a participar cada vez más en las decisiones de la formación de la nación, consolidando su sentido de pertenencia a ella.
Angel David Hurtado Franco
7-01